miércoles, 3 de diciembre de 2014

Solucionemos este mundo: ¡Valores!

Las guerras continúan, el hambre presiona y la explotación hacia los más desfavorecidos no hace más que aumentar. Los ricos son cada vez más ricos, mientras que dejan que los pobres sigan muriendo de causas evitables. Cuando el país más rico del mundo de manera natural, el Congo, es también uno de los más endeudados y pobres; es que algo ocurre.

¿Es que no somos todos personas? 

Pareto decía que algo era eficiente, cuando nadie podía mejorar sin perjudicar a otro. Estamos en una época en que la mejora es posible sin perjudicar a los demás; es más, podríamos mejorarnos todos ostensiblemente. El problema se encuentra en que el bien de la mayoría hace que la minoría que comanda el planeta deje de ganar tanto, que no dejar de tener beneficios.

Mientras España caía al 25% de paro y en una de las mayores crisis que se recuerdan; los directivos de las entidades en quiebra salían de sus empresas con indemnizaciones millonarias. Si un valor es aquello que suma; está claro que a día de hoy no hacemos más que restar, estando cada vez más distantes entre las personas de la tierra.

Lo que debería preocupar no es que el que tenga la posibilidad de beneficiarse del mal ajeno, lo haga; sino que los perjudicados sigan con los brazos cruzados, en piloto automático, como si nada ocurriera y como si todo fuera a solucionarse solo por dejar pasar el tiempo.

Tiempo es lo más valioso que las personas tenemos, y es lo único que no depende de nosotros ni directa ni indirectamente. Nadie sabe cuánto nos queda ni dónde acabaremos; pero solo sabemos que tenemos fecha de caducidad y que cada minuto que pasa, es un minuto menos de nuestra vida. ¿Por qué gastarlo en dividir y no en multiplicar? Si los valores suman, cuando se conjugan muchos de ellos, solo podremos multiplicar. Y cuando valores brillantes se multiplican llegamos a la potencia; potencia que siempre tiende a infinito. Si ello lo vemos como algo racional, matemático y lógico por parte de gran parte de todos....

 ¿cómo es posible que no pase lo mismo con los valores sociales?

Ese egoísmo que hace mirarse a uno mismo, y como mucho al grupo al que pertenece, es el cáncer del problema. La causa es clara: nos lo meten muy adentro desde que somos pequeños, como si fuéramos animales que deben luchar por sobrevivir en un mundo salvaje, cuando no es cierto. Valía hace decenas de años, pero, cuando la globalización vence y todo está relacionado; el no apoyarnos los unos a los otros, solo puede ser un error global.

Si la economía funciona globalmente, y también el recurso dicen más preciado a día de hoy como es la información. ¿Por qué no también los valores? Somos distintos culturalmente y tenemos una tradición totalmente distinta según vengamos de uno u otro lado; cierto. Pero no es menos cierto que todos nos merecemos una vida digna, con respeto hacia los demás, pudiendo disfrutar de lo que se nos ha brindado de manera natural (porque ningún grupo humano ha creado la Tierra, por mucho que quieran apoderársela unos cuantos).

Y si de manera natural, de la nada, se nos ha dado esta oportunidad de vivir a todos; ¿por qué unos pueden disfrutarla en mucha mayor medida y no otros? ¿No deberíamos estar de acuerdo todos en darle esa oportunidad a los que de manera casual no la tiene? Si creyéramos en que el destino da a cada uno lo que se merece, es como decir que Dios existe; y las religiones concuerdan en que hace el bien a los buenos y el mal a los malos. 

¿Cómo entonces los corruptos, ladrones y estafadores que cada día en las noticias salen, siguen saliéndose con la suya?

Llegaríamos a la conclusión de que no todo es azaroso, natural o merecido, y que por tanto nacemos con hándicaps en contra más allá de lo que uno puede medir. Depende mucho por tanto de tu posición social y circunstancias alrededor. Pero..... ¿alguien ha elegido nacer donde nació y salir como salió del vientre de su madre? Absolutamente nadie. A cualquier persona le ha podido tocar nacer en Etiopía, el Congo, España o Nueva Zelanda; y con cada país tu vida se tornaría hacia una varianza positiva o negativa sin haberlo deseado ni previsto.

Si finalmente comprobamos que es mucho más fácil acabar viviendo por encima del umbral de la pobreza, si eres de Australia que si eres de Marruecos; significa, que por muy libres que nos vendan algunos que somos, comenzamos con unos obstáculos difícilmente salvables sin ayuda alguna

¿Por qué entonces si todo es azaroso en cuanto a tener mayor ayuda o ninguna, no torcemos los brazos y nos apiadamos de los demás?

Simplemente porque la educación, donde meto la recibida en distintos centros obligatorios y por supuesto los medios de comunicación que modulan la mente de padres e hijos; ha obviado todo ello para seguir teniendo un mundo que vive por encima de sus posibilidades (y esta vez sí la frase es cierta y no en la crisis), y otro que mediante ruina y pobreza, trabaje para los primeros para seguir sustentándolo todo.

La gente que está obligada a trabajar más de diez horas al día para poder llevarse un plato a la boca; no tiene ni el tiempo, ni la libertad para poder unirse en pos de cambiar su futuro. Día que no trabajen, día que no tendrán de dónde comer y con ello posiblemente toda su familia. Si sumamos las enfermedades que no conviene erradicar para que la población más desfavorecida no siga creciendo; llegaremos a la conclusión de que todo depende de los ciudadanos de aquellos países ricos que sí tienen tiempo, libertad y por tanto, posibilidad de hacer ver la realidad a los demás.

Hoy son ellos, pero podrías haber sido tú. Quién sabe si mañana incluso puedes ser tú el que esté en esa situación, o tus hijos. Solo sabemos que la educación es el arma más poderosa de las naciones hoy en día y que dista mucho de ser eficiente. Materias como economía y valores humanos, nos darían una información precisa sobre cómo usar el dinero y respetar a los demás con ello. Tristemente, el dinero a día de hoy todo lo mueve y es justo en ese campo en el que no tenemos ninguna formación. ¿Nos quieren ignorantes para seguir aceptando las estafas y fraudes diarios y tantos otros que llegarán?

¿Solución? 

Concienciación, educación, motivación, pero solo en la dedicación, de que si todos abrimos los ojos, todo, absolutamente todo, puede ir a mejor. 

Antonio Valle Padilla 

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