miércoles, 1 de octubre de 2014

CATALUÑA. ¿ESTADO VIABLE?.

Si parece viable una Cataluña independiente, quizás resultase pertinente enfocar la cuestión desde otro punto de vista.

Admitiendo que la autodeterminación es un derecho de los pueblos, y en el supuesto caso de que de forma democrática la mayoría de sus ciudadanos se decantaran por la misma, habría que plantear la posibilidad de que esta se produjese de forma que para España tuviese los mejores resultados.

La independencia favorecería a España al contar Cataluña con un superávit fiscal que supondría un ahorro para las arcas españolas.

No podemos olvidar que nos movemos entre conceptos de imprecisos límites, entre apariencias que pueden llegar a confundir al más experto. Hemos recogido anteriormente como el principio a la autodeterminación, aparentemente democrático, puede contraponerse a la teoría del derecho de autodeterminación. 

Esta dificultad es la que lleva a que no existan soluciones únicas ni normas explícitas que regulen cada una de las situaciones que puedan darse en cada uno de los pueblos. No podemos hablar del principio de autodeterminación como un derecho, es más bien un principio político o de derecho natural sin protección jurídica internacional influenciada por varios aspectos, como por ejemplo el político.
Es por ello que, en el mejor de los casos y en un clima económico estable parece fiable la autodeterminación de la Comunidad catalana.

Entiéndase de nuestro trabajo que una Comunidad Autónoma como Cataluña, con un número de parados alto, unas infraestructuras que llegan a compararse con las de la capital madrileña, unas instituciones deficitarias tales como el sistema de trenes y la implantación de peajes, etc., no tendrá fácil la puesta en vuelo hacia una economía sostenible sin el mantenimiento del Estado español.

De todo ello se derivan pues otros problemas como la viabilidad en las cámaras españolas de una independencia catalana y, si ello pudiera conseguirse, su posterior aprobación por un Tribunal Constitucional fuertemente arraigado en las doctrinas nacionales españolas.

Si tenemos en cuenta la situación económica catalana en la actualidad y la posible deslocalización de empresas del territorio catalán a consecuencia de circunstancias tales como la aparición de mayores aranceles y fronteras a nivel nacional y europeo, podría entenderse que es más que complicada la evolución de una economía de nivel autonómico. Sumémosle además, a este inconveniente económico, el problema de la creación de estructuras a partir de una economía autonómica y que en poco tiempo debe estructurarse hacia un plano ya no nacional, sino posiblemente europeo.

Haciendo hincapié en aspectos tales como el paro, es cierto que gran parte de los nuevos países surgidos en la Unión Europea, una vez independizados, han conseguido bajar sus tasas. Uno de los factores más importantes a contribuir en dicho aspecto es la creación de embajadas en otros países, la creación de nuevos organismos gubernamentales, etc. Esto no podría darse en el supuesto catalán que, como gran parte de la población conoce, ya posee embajadas en diversos estados siendo una Comunidad Autónoma.

Desde el otro lado, España sufrirá la pérdida de una de las principales Comunidades Autónomas a nivel económico y mercantil, lo que puede traer consigo la restructuración de gastos para el resto de comunidades e incluso la quiebra económica de aquellas localidades con graves problemas fiscales.

Es sabido que en tiempos de crisis la división estatal tiende a hacerse más patente. Se busca, como es lógico, el beneficio propio antes que el de un conglomerado de pueblos, tal y como ocurre en el seno de la Unión Europea. La problemática llega cuando de éste conglomerado de pueblos, España, se sostiene una economía común: parecería lógico hablar que, ante los ojos de la Bolsa Europea, la secesión catalana puede traer consigo el consiguiente aumento de la prima de riesgo y plantear serios problemas económicos tanto en el pueblo español como en el catalán.

Decretamos, ante la pregunta ¿Es viable económicamente una Cataluña independiente?, que si se solventan los problemas e inconveniente en materia económica y política que venimos exponiendo durante todo el trabajo, sí parece viable una Cataluña sin España. La historia presenta antecedentes históricos tales como el de Croacia o los distintos estados surgidos de los conflictos en los Balcanes que, en la actualidad, han podido desarrollarse sin problemas.

Quizás, desde un punto de vista europeísta no interese dicha división territorial tanto en cuanto la finalidad de la Europa moderna no es más que la unión de sus pueblos, sus economías, sus políticas, etc. Una solución intermedia hacia la viabilidad o no de una Cataluña independiente podría ser una acción acertada: abogar por un estado cantonalista como Suiza o un estado federal similar al modelo alemán. El actual sistema autonómico español presenta diferencias graves entre las diversas comunidades que no harán más que traer consigo intentos independentistas o partitarios del resto de Comunidades Autónomas

En virtud de lo anterior cabe exponer una de las ideas en torno a la cual se ha movido el contexto de nuestro análisis. Recuerda el clima catalán a la Liga Norte italiana de Umberto Bossi: un territorio norteño víctima de las actuaciones estatales y de una inculta población al sur, capital humano de su economía, que sobrevive de economías asistidas de las que el pueblo norteño no disfruta.

La crisis económica por la que atraviesa el país crea diagnósticos abiertos sobre la economía de Cataluña; nosotros simplemente hemos querido acercar la visión más crítica del conjunto de argumentos que, tanto unos teóricos, influidos o no por el auge nacionalista, intentan implantar sin argumentar un fundamento firme en sus anteriores dictados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario