Hoy en Politicofilia,
vamos a hablar de los casos más importantes de corrupción en
España, sea cual sea su signo político. Siendo este bello deporte
todo un hito patrio de nuestros políticos, no se merece menos.
Empezamos por el famoseo:
el caso Malaya, cuantificado en unos antológicos 2.000
millones de euros que se atribuyen al Partido Socialista y al extinto
GIL, o partido de Jesús Gil, antiguo presidente del Atlético de
Madrid, equipo en el que también se presume la realización de
diversos contratos no del todo limpios. El excamarero y exalcalde de
Marbella, Julián Muñoz, el expresidente del Sevilla Futbol Club,
José María del Nido y la tonadillera, Isabel Pantoja, han sido
algunos de los nombres del panorama amarillo español. Fútbol,
prensa rosa y política jamás estuvieron tan unidos.
Seguimos en Andalucía
con el caso ERE, actualmente establecido en una cantidad de
1.200 millones. Tras el lógico mandato socialista en Andalucía,
explicándose lógico ya que ningún otro partido ha sido capaz de
imponerse en este bastión desde 1980, las múltiples y curiosas
jubilaciones de trabajadores de MercaSevilla empezó a llamar la
atención. Todo ello, unido a la labor de altos cargos de la Junta de
Andalucía, directivos de diversas empresas, movimientos de dinero,
ayudas y subvenciones de carácter fraudulento, etc., hizo que se
destapara uno de los mayores escándalos económicos en España.
Actualmente, el caso mancha de lleno al Partido Socialista y a dos
pesos pesados de su ejecutiva, los expresidentes autonómicos Chávez
y Griñán, el primero, con presencia en el último mandato de José
Luis Rodríguez Zapatero.
Nos escapamos de la
Península Ibérica y nos dirigimos hacia las Islas Baleares. El
velódromo de Palma, inaugurado con el espectacular partido “Batalla
de las superficies” con un campo de tenis mitad hierba, mitad
tierra batida, entre el campeón de Roland Garros, Rafa Nadal, y el
de Wimbeldon, Roger Federer y en el cual han tenido lugar otros actos
como el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista del año 2007, el
Eurobasket de 2007, el concierto aniversario de Raphael o el
espectáculo “Alegría” del Circo del Sol ha sido objeto del caso
Palma Arena, contabilizado en 110 millones de euros y vinculado
íntegramente al Partido Popular. El caso se destapa por el consejero
de deportes del Gobierno Autonómico de las Islas, el socialista
Mateu Cañellas, quien demostró que Jaume Matas, expresidente
autonómico, autorizó un gasto de 90,6 millones de euros, casi el
doble de los 48 millones presupuestos para la construcción del
velódromo. Han sido imputadas más de treinta persona, incluyéndose
al citado expresidente y a Iñaki Urdangarín por la presunta
ilegalidad de convenios firmados entre la Fundación Illesport, el
Instituto Balear de Turismo y el Instituto Nóos, presidido por el
yerno de su majestad, el expresidente balear y el exministro del
Partido Popular Jaume Matas.
Volvemos a la península, concretamente a la Comunidad Valenciana, para referirnos al caso Gürtel, en el cual se habla de un delito de 120 millones de euros y empapa de nuevo al Partido Popular. Bigotes y trajes de por medio, este trama de corrupción, que se extiende de la Comunidad Valenciana hasta la Comunidad de Madrid, ha traído consigo el cese de Alberto López Viejo, consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Arturo González Panero, alcalde de Boadilla del Monte, José María Michavila, diputado popular en el Congreso, Gerardo Galeote, eurodiputado popular, Pedro García, director general de Radio Televisión Valenciana, y así, un sinfín de nombres, algunos más relevantes que otros, siendo uno de ellos el que reluce con brillo propio y da nombre al caso de corrupción más famoso del actual gobierno de Mariano Rajoy: el caso Bárcenas.
El caso Bárcenas,
valorado en 22 millones de euros, siempre que los bancos suizos
no digan lo contrario, implica a toda la cúpula actual del PP.
Desajustes en los sueldos de los dirigentes, cuentas opacas, pagos en
“B” o “en negro”, cheques y ayudas a empresas diversas,
ordenadores con clasificación más que importante sobre los pagos
realizados que desaparecen, etc. Ningún alto cargo de la cúpula del
Partido Popular puede no darse por aludido, y es que el extesorero,
si es que alguna vez lo fue, tal y como llegaron a insistir en su
partido, José Luís Bárcenas, apuntó de forma fidedigna todos y
cada uno de los pagos en sobres que realizó a los diferentes cargos
del Partido Popular. Ana Mato, Mariano Rajoy e incluso José María
Aznar han llegado a verse las caras ante una trama que, unos con
mayor suerte que otros, han sabido o no torear viéndose el argot
taurino que tanto gusta entre los miembros de dicha formación
política. Despidos en diferido mediante o no, la situación más
vergonzosa vivida en España tanto por lo robado como por la forma de
gestionarse por el Partido Popular. ¡Resiste Luís, estamos
contigo!
En los tiempos que corren, es normal irse al extranjero a buscar trabajo y ampliar fronteras; una fuga de cerebros que suele decirse, y si es por inteligencia, a los Pujol les sobró. Nada menos que 3.000 millones de euros se comenta que la familia Pujol dejó de declarar a las arcas españolas cuando el Presidente de CiU aún estaba en el cargo. Y si, oyen bien, “se comenta”, ya que los Pujol se han tomado al pie de la letra eso de no declarar: que si mamá Pujol no vio un duro, que si el cabeza de familia igual le echa la bronca al Parlament que amenaza con vapulear el árbol y tirar a todos, que si el hijo se va a esquiar a Andorra…
Finalmente, para que
luego digan que en el Parlamento no se toman decisiones ante los
diversos ideales congregados en la cámara, nos encontrarnos la
Operación Púnica, de unos 250 millones de euros y que, de
nuevo en la Comunidad de Madrid, afecta a los tres partidos más
importantes, hasta la entrada de Podemos, en el panorama español:
Partido Popular, Partido Socialista e Izquierda Unida. Nunca derecha
e izquierda estuvieron tan unidas por un hecho, ni para firmar la
Constitución o defenderse del golpe de Estado. Entre los arrestados
por esta trama se encuentra Francisco Granados, secretario general
del Partido Popular de Madrid entre 2004 y 2011, los alcaldes de
Parla, Valdemoro, Torrejón de Velasco, Casarrubuelos, Collado
Villalba y Serranillos del Valle, el responsable de obras públicas
del Ayuntamiento de Parla, etc.
Podríamos seguir con la
lista, pero no queremos aburrir a nuestros lectores con una
interminable retahíla de políticos, cifras y partidos. Campeón,
Pokémon, Fabra, Salmón, Totem…
La problemática no son
los múltiples supuestos que existen, que también, sino que gran
parte de los señalados por estos actos no han sido ni tan siquiera
llevados ante la justicia. El pueblo siente que el sistema de clases
existe y que la clase política es la privilegiada, la aforada desde
la cuna, no debiendo ser así. Si el Partido Socialista debe agachar
la cabeza en Andalucía, que lo haga, si el Presidente del Gobierno
debe retirarse de su cargo y convocar elecciones anticipadas por no
saber controlar un problema de tal envergadura en su partido, que
dimita. Que todo culpable pague, y nunca mejor dicho.
Entiendo que todos
tengamos un precio, pero no a costa de terceros.
Españoles y pillos somos
todos; cansados, quemados y enfadados somos aún más.
Javier J. Trillo